Ufffffffff qué decir de mis hábitos raros… pues eso, que son tan raros que mira si me ha costado encontrarlos y tan difícil me ha sido que aún no sé si serán tan raros como yo pienso o únicamente son cosas que le ocurre a muchísima gente y que yo me adopto como si únicamente fueran míos esos hábitos. Será culpa del espíritu que no me deja concentrarme últimamente.
Bueno, a lo que iba:
1º) Mover la rodilla cuando estoy jugando a la cuatrola y tengo una mano que te cagas o cuando estoy muy contento por algo.
2º) Soplarme el ojo derecho. Más que un hábito raro, es una manía que me pegó mi hermano mayor. Me pienso que tengo seco el ojo y lo humedezco así, soplándomelo para que medio llore y se moje.
3º) Cuando digo una tontería o así suelo terminar con un “que no hombre…” otra manía que me pegaron. Esta vez mi primo Richard. Del “que no hombre” acompañado de movimiento de cabeza se ha quedado únicamente en el movimiento de cabeza y un casi “que no”, que se nota menos y fastidia menos a los que lo oyen.
4º) Si llevo camisetas de manga larga o jerseys, no puedo estar un día entero sin remangarme. Como diría Jezulín “me é Im – Pozible”.
5º) Sacrificar el frío que tenga por un buen festín de almas en pena nocturnas deseosas de disfrutar con mi cuerpo (este hábito me lo ha dictado el espíritu, pedirle explicaciones a él).
