sábado, enero 12, 2013

ENSEÑANZA a una PARED

Hay gente, en demasía, creyendo ser superior a lo banal que es en realidad.

La cultura crea a los humanos, pero si un cerebro no sabe ceder y bajarse de esa nube, blanquecina para él y negruzca para los demás, tanta cultura te hace seguir siendo más lerdo que el pobre analfabeto que no dispone de medios para enriquecerse.

Día tras día se aprende algo, o se deja de aprender…o más bien diría yo, que hay que aprender más de una cosa al día para que, sumando la que se aprende normalmente y restándole la que se pierde por el paso del tiempo, sigamos aprendiendo una cosa antes de acostarnos. Si es que nos acostamos cada día. Todos debemos aprender, TODOS.

Pero para que aprendamos debemos ceder, y quién no cede no aprende, ni tampoco demostrando su absurdo poder de enseñanza en la medida en la que, se enseña a quién no sabe, no a quién se cree uno que no sabe. Sino, consiste en una enseñanza a una pared, una demostración de sabiduría a un mecanismo inerte o un alardeo de talento al que le importa un bledo si sabes, dejas de saber o te mueres pasado mañana.

Cambios, cambios y más cambios. La vida consta de eso, y hay que aprender a aceptarlos. Pueden gustar o disgustar como al que le detectan un tumor y no sabe reponerse a ello. Pero siempre hay que redimirse antes que morir. Y luchar, siempre luchar…jamás en vano.

No hay comentarios: