a El Ejido (Almería).
También sé de otros 2 a los que les he dedicado un poema que les dejo a continuación (aún ellos no lo saben...):
“GUSY Y PILAR”
De una simple conversación
nace un romance de película
donde no hay bueno, feo ni malo
sino princesa y príncipe
de una vida real.
Confeccionando esta historia
de amor me encuentro yo,
el narrador omnisciente
que feliz cuento cómo se pelean
y se desean dos adolescentes enamorados:
los protagonistas de éste hogar.
Pero nada es tan eterno e irrompible
como el lazo que los une,
pues la forja fue blindada
con besos a la luz de la luna,
risas a los pies del mar
y arrumacos junto a una exótica
taza de té.
Escurridizo y travieso
como una sirena
aunque cómplice fiel
como el sol que alimenta
de luz a sus flores,
Gusy atiende y acompaña
con bombones cada palabra
que Pilar le brinda por sus labios.
Labios que en cada viaje
añora Gustavo, y que tan
efusivamente saborea con sus labios
a cada regreso a su hogar.
A éste hogar,
a una casa que entenderá
de amistad y fidelidad,
a una casa que,
borracha de ternura,
les engalanará con una
felicísima vida en pareja.
A éste hogar,
que siendo el hogar
de dos partes significativas de mi corazón,
me acercaré cada vez que sienta
la necesidad de compartir mi etéreo tiempo
con dos amigos en uno solo:
Gusy y Pilar.
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