300

No puedo evitar llorar cuando una canción me atrapa, cuando una canción acompaña unos sentimientos, unas imágenes, unas ideas que hacen agrandar la vida, la pasión, el amor, el cariño, la amistad...

Vengo de ver la película "300"

y he regresado encantado.

El vocabulario es exquisito, el argumento de ciencia ficción pura y realidad incierta pero aplastantemente enamoradiza, las batallas tan escandalosas, tan mágicas...

Contiene un alto grado de fijación en la amistad, un elevado ejemplo de lo que la tecnología es capaz de hacer con los paisajes, golpes, sangre y efectos especiales arraigados al guión cinematográfico, y una gran adaptación al cine de la historia griega añadida a la ilmaginación del creador de los monstruos que llegan a salir.

Nada, que recomiendo a todo el mundo a que la vaya a ver, excepto a los niños...la sangre, los combates y alguna escena que otra subidita de tono creo que no es conveniente que sean vistas por los ojos de los pequeñajos.

ISLA NEGRA

De cuando en cuando, me acuerdo de que existe mi blog y de que allí puedo colgar mis escritos. Poemas y relatos, proyectos literarios con carácter creativo sin ánimo de lucro, diversión y entretenimiento por mi persona para el placer de otras personas que gusten de leerme o gusten de no hacerlo. Por todo ello ahí les dejo lo que el gran Pablo Neruda me inspiró antes de ayer a escribir.

A Pablo Neruda

Vuela dulce el gorrión
como la primavera,
tráeme de vuelta
los mascarones que Neruda
dejó en su isla.

Yo, que nada se del mar
me he enamorado de los navíos
que lo surcan,
de las olas que lo hacen bailar
y de los tesoros escondidos
en sus adentros.

Pablo Neruda,
marinero de poemas,
capitán de estrofas amorosas,
canta de nuevo esa canción
que sale de tus labios
en forma de poesía.

Déjame escuchar de nuevo
la sinfonía de tus versos
que yo defenderé con pluma y papel
las historias que entrañaban
tus mascarones de proa,
los barcos que en botellas guardabas
y el escondite que pronto abrías
a cuán amigo quisiera cruzarlo.

Vuela dulce el gorrión
como la primavera,
y en su volar marca en
mi corazón Chile,
país de poeta enamorado,
de islas, de navíos y de mascarones
ensalzados con la magia
de las letras de un romántico:
Pablo Neruda.