Estoy poco inspirado y con pocas ganas de escribir, aunque sí con fuerza e interés por todo. Sólo es cuestión de dejarme llevar, dejar que fluyan las palabras e intentar poetizar mi mundo diario que es hermoso, feliz y alegre, aunque a veces melancólico y tristón (pero las menores veces).
Y dada esta pequeña reflexión voy a intentar recomponerme paso a paso, cachito a cachito, sorbo a trago largo...
PENSAMIENTOS…
Cuento cuánto cuento,
y por más que lo recuento
no encuentro la moraleja
y me la invento.
Rimo poco, la verdad,
menos aún río de ella
pues es única la que existe
en cada mes el día quince.
Si me explotan, exploto,
si me olvidan, se me olvida,
y si me tratan de inculto
les restriego una friega.
Es incierto que hay vida
más allá de la muerte
pues poca vida hay en la vida
como para haberla tras el desastre.
Late poco el corazón,
pues más bien hay chocolate
que obstaculiza el camino
del que late y disminuye su razón.
30-10-2010