lunes, junio 15, 2009

TARDES CON FEDERICO

Llevo días leyendo POETA EN NUEVA YORK de F.G.L., también leyendo su POESÍA COMPLETA y no me he enamorado, pero sí me he atrevido a dedicarle un poema a su puro estilo tradicional.



a Federico García Lorca



Tardes, sí, tardes, no mañanas ni noches

con orondas ventoleras de fresca sal

serpentea cabizbajo el santo zorro

evadiendo el siseo de otro morro

que transforma su lengua en visceral.


Tardes estivales de incongruencias banales

¿qué dices de tardes estivales, Federico?

que con las tardes nos llega la templanza

mas yo prefiero llenarme bien la panza

de algo que alimente y además, claro, esté rico.


Tardes, rebeldes tardías de sonoras sombras

que con sonajeros de un llanto dulce

bebe periquito pues que bebas ansiado

no aluniza las estrellas a tu lado

sin quererte perdido en estas palabras de cruce.


Tardes estivales a la antigua usanza

quién mata no prepara ni corta

quién corta no mata ni prepara

mas alguien se oculta entre la vara,

no es necio, quién ni mata ni prepara ni corta.


Y tras tardes beneplácitas y estivales

llegan noches alegóricas y sigilosas

zumban los oídos sin alguno recelo

el baile que Morfeo nos ha preparado

cansancio y bostezos cuan niño acostado

viendo al sueño que eleva el vuelo.


Tardes estivales de la bruma placentera

del jaleo que comanda el borrico

caiga el sol, caiga el rayo, caiga la luna,

que mientras llora recién nacido en la cuna

yo me ensueño en tus palabras, Federico.